Adentrarse en el interior de la montaña a través de unas grietas formadas en la roca y explorar los pasillos secretos que se han ido formando debido a la erosión, es toda una aventura que no te puedes perder muy cerca de Barcelona.
Grietas en catalán es escletxes, y utilizamos este nombre en el post porque así encontrarás todas las indicaciones a este lugar, tanto en el pueblo como al inicio del recorrido.
Qué son las escletxes del Papiol
Las escletxes del Papiol son una serie de grietas abiertas en la roca calcárea que se formaron en la época del mioceno y que representan una formación geológica muy curiosa y bastante impactante de ver y explorar. Son de diferente anchura, longitud y profundidad y configuran una especie de laberinto entre las rocas.
Dónde se encuentran las escletxes del Papiol
Las escletxes del Papiol se encuentran en el Papiol, un municipio del Baix Llobregat, a 20 km de Barcelona.
Están situadas en el límite del Parque Natural de Collserola y desde allí se pueden hacer rutas adentrándose en este parque. La más popular es la del Pico Madrona, una de las 100 cimas de la FEEC (Federación de Excursionistas de Catalaunya).
Ruta por las Escletxes del Papiol
⚠️ Antes de seguir leyendo…
Esta zona está llena de huecos y grietas (algunas muy profundas). No se trata de una ruta al uso, sino de un pequeño recorrido por una zona abrupta donde la principal finalidad no es caminar, sino explorar los distintos recovecos que se forman en las rocas. El acceso y recorrido a través de las diferentes grietas, depende de la habilidad de cada persona. En el caso de los niños, es decisión de los padres evaluar si esta es una excursión apta o no para ellos, ya que en algunos puntos podría resultar peligrosa sin la supervisión y ayuda de un adulto. Nuestros hijos están acostumbrados a trepar, saltar y explorar y no les ha supuesto ninguna dificultad, pero esto no significa que todos los niños respondan del mismo modo.
Empezamos la ruta en el aparcamiento Can Monmany, un pequeño descampado junto al acceso a las grietas. Se encuentra junto a una gran torre eléctrica que se divisa desde lejos.

Ascendemos un pequeño tramo de montaña y enseguida llegamos a un descampado desde donde se accede a la primera grieta, conocida como la Rambla porque es la más ancha de todas. Verás que está a la izquierda y tiene una marca azul y amarilla.

Esta grieta, además de ser la más ancha, es también la de más fácil acceso y tiene salida por el lado opuesto a la entrada.

Saliendo de esta grieta por la parte de atrás, descendiendo un poco y girando a la izquierda , se encuentra el acceso a la segunda grieta.

Esta es mucho más estrecha que la primera y la más complicada, pero también la que más sorprende por lo que se va encontrando en su interior. Puedes entrar y retroceder cuando lo creas oportuno. Hay diversos tramos en los que se puede decidir no continuar.
El primer punto complicado se encuentra a pocos metros de la entrada, donde hay que salvar un desnivel de algo más de 1 metro. Más adelante la grieta se estrecha bastante obligando a pasar de lado y con el cuerpo pegado a la pared. Finalmente, hay otra zona de descenso con bastante desnivel.

Para salir de esta grieta hay que deshacer el camino de ida y regresar por el mismo sitio.
Regresamos a la rambla. Podemos volver a atravesarla o rodearla por la izquierda, donde hay un pequeño sendero. El objetivo es llegar el descampado inicial, desde donde se accede también a la tercera grieta. Esta está algo escondida entre las rocas y plantas. Si te ubicas en el descampado mirando hacia «la rambla» esta grieta se encuentra a la izquierda. En la entrada verás una roca redonda suspendida entre las paredes. Hay que pasar por encima o por debajo.


Esta grieta tiene salida también por la parte de atrás y nos lleva a la parte superior de la montaña, desde donde se ven las grietas desde arriba. ¡Cuidado con no caer en ninguna de ellas!


La cuarta grieta la encontrarás cerca de la torre eléctrica, volviendo al inicio de la ruta. No está señalizado el camino de acceso pero se ve el sendero perfectamente. Hay que descender por unas rocas para acceder a su interior.


¿Te atreves a descubrir esta zona? Si lo haces nos encantará leer tu experiencia en los comentarios.
Este post está escrito en base a nuestra experiencia. La dificultad de la ruta se basa en nuestra valoración personal y puede ser percibida de manera diferente según el estado físico de cada persona. El terreno y la accesibilidad de la ruta puede variar en función de la época del año en que se realice así como de las condiciones meteorológicas.
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2 comentarios sobre “Las escletxes del Papiol, ruta entre rocas cerca de Barcelona”